lunes, 1 de septiembre de 2008

PROFUNDIDAD DEL COLOR

Cada posición de un número binario se denomina bit; ya hemos visto que un bit puede tener dos valores: 0 ó 1. Debido a la arquitectura interna de los ordenadores, el conjunto de 8 bits tiene una importancia especial y se nombra byte. Teniendo en cuenta todas las combinaciones posibles de ceros y unos, un byte nos permite contar desde el valor cero (00000000) hasta nuestro 255 decimal (11111111). Aparentemente, 256 valores diferentes no suponen una gran cantidad de información, pero resultan más que suficientes para ciertas tareas que, ya sí, tienen que ver con nuestro trabajo.

Ya sabemos que los colores representados en pantalla son el resultado de la suma en proporciones variables de rojo, verde y azul; pues bien, esas proporciones oscilan precisamente entre los valores 0 y 255 para cada uno de los tres colores primarios, algo que, a efectos prácticos, permite al ordenador manejar toda la información con velocidad y eficacia.

La pregunta es… ¿las combinaciones de 256 niveles de rojo, 256 niveles de verde y 256 niveles de azul son suficientes para crear una gama amplia de colores? Pues calculadora en mano nos salen casi 17 millones de colores —de hecho, a este tipo de imágenes también se las conoce como de color verdadero, porque ofrece una variedad de tonos similar a la que el ojo humano puede percibir.

Los programas de edición de imágenes nos permiten echar un vistazo a estas componentes por separado. Es lo que llamamos los canales de color. De manera individual un canal tiene el aspecto de una imagen en escala de grises, donde los tonos más claros denotan una mayor proporción del color primario correspondiente. El ordenador superpone los tres canales para mostrar la imagen final en pantalla.

Es interesante apuntar cómo se organiza la información de color en los archivos de imagen. La primera sección es la cabecera: ahí se codifican datos identificativos como el nombre del archivo, su tipo, compresión (si la hay)… y datos necesarios para la “reconstrucción” de la imagen a partir de los datos numéricos, como el número de filas y columnas de píxeles que la formarán. El resto del archivo se divide en tres secciones consecutivas: las correspondientes a los tres canales de color rojo, verde y azul… así, tres largas hileras de números binarios.

La idea con la que quiero terminar a modo de resumen es la noción de que cada píxel de una imagen RGB posee un byte de información por canal (un valor entre 256 posibles), es decir, las imágenes RGB tienen 3 bytes de información por píxel (hay tres canales)… o, lo que es lo mismo, 24 bits por píxel (1 byte son 8 bits). Esto —la cantidad de bits por píxel— es a lo que se llama
Profundidad de color r.g.b. Es una magnitud que expresa la cantidad de colores que un píxel puede adoptar. En el caso de las imágenes RGB son 256 x 256 x 256 = 16.777.216 colores diferentes.

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